Los negocios de comida callejera se han puesto las pilas para ganarle la batalla a la pandemia del COVID-19 y a las medidas que se han tomado para evitar su contagio.
Ese tipo de negocios, que en la normalidad operaban en las horas de la noche, han hecho todos los ajustes para poder ofrecer sus platillos dentro del horario permitido por el toque de queda dispuesto en toda la R.D. Han empezado a hacer uso de las herramientas y plataformas digitales para el envío de comida a domicilio («delivery) o para recibir órdenes que luego pasarán a retirar los clientes («take-out»).
Whatsapp es sin dudas el más utlizado. Se ofrece la información pertinente vía Instagram (teléfono, horario y menú disponible) y el cliente envía un mensaje por Whatsapp que es recibido y procesado. Por esa misma vía se le informa al cliente la hora exacta a la que puede retirar el pedido. Lo mismo sucede con los envíos a domicilio, el cliente da la dirección y por un costo mínimo se le entrega su orden en la puerta de su casa. Algunos hasta llegan a utlilizar los servicios de entrega más populares en el mundo (Uber Eats, Glovo, etc.).
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Los ejemplos de Claudio Chimi (@Claudio_hamberguer), Joaquín Pierna (@joaquinpierna_rd), Piccolo Club (@piccoloclubrd), César Chimi (@cesar_chimird) y Oché a tu Gusto (@ocheatugustord) son una excelente muestra de cómo la comida de calle se adapta a la nueva normalidad. Varios de ellos están empezando a modificar la estructura física de sus negocios para recibir de forma adecuada a los clientes cuando se levanten las restricciones de circulación social.
He estado haciendo una serie de entrevista a algunos de ellos y aquí se las dejo para que vean las medidas que han ido tomando para no perder la batalla frente a la pandemia del COVID-19
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Por AfuegoAlto
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